El estilo, adoptado en su segunda llegada a la compañía, obedece a la adaptación del uso de uniformes que vio en la empresa Sony.

La manzana mordida, los audífonos blancos y la “pelota de playa”. Todos se han convertido en algún momento en íconos de Apple para el mundo.
Pero, sin duda, uno de los más llamativos era la vestimenta que usaba Steve Jobs durante sus presentaciones e incluso su vida diaria: un chaleco negro cuello de tortuga, pantalones de mezclilla y zapatillas blancas.
Este atuendo fue la vestimenta habitual del gurú tecnológico en un mundo dominado por las camisas y tenidas formales.
Nadie sabía a ciencia cierta por qué el cofundador de una de las empresas más exitosas de la historia de la tecnología eligió esta forma de vestirse, hasta ahora.
En un adelanto de la biografía oficial de Jobs, que se publicará el próximo 24 de octubre, Walter Isaacson explica cómo se le ocurrió a Jobs imponer esta particular forma de vestir, que terminó convirtiéndose en su marca registrada y en la de Apple.


Inspiración asiática

Todo comenzó durante la época de los 80, cuando Jobs se embarcó en un viaje a Japón para reunirse con diferentes ejecutivos. En una oportunidad, estando junto al entonces presidente de Sony, Akio Morita, le preguntó por qué todos en su compañía utilizaban el mismo uniforme.
Morita le explicó que tras la guerra y la crisis económica que ésta conllevó, la gente no tenía dinero para gastar en ropa,por lo que las mismas empresas se tuvieron que encargar de entregar ropa a sus empleados.
Lo que en un comienzo era una medida para combatir el problema de pobreza que se sufría terminó por convertirse en un tema cultural:cada empresa desarrolló un estilo de ropa diferente y distintivo que generaba un
vínculo inmediato entre la empresa y la ropa.
Esta idea fascinó a Jobs:poder crear un estilo de vestir que fuera usado por todos en la compañía y que inmediatamente fuera identificado con Apple.
Jobs se contactó con Issey Miyake, elmismo profesional que creó los uniformes de Sony, para que hiciera lo
suyo con Apple. Llegó con un diseño de una chaqueta que en Estados Unidos nadie aceptó. Su idea había sido
rechazada por los mismos miembros de la compañía.
Sin embargo, Jobs y Miyake siguieron en contacto durante mucho tiempo, desarrollando incluso una amistad a distancia. Jobs lo visitaba cada vez que iba a Japón.Dentro de esas visitas terminó por convencerse de que quería un uniforme para él, algo que combinara la comodidad con la identificación por una compañía.
Así es como creó el conocido atuendo, del cual hizo cientos de copias que guardaba en su clóset, el que incluso
le mostró al biógrafo. “Tengo suficientes para el resto de mi vida”, le comentó.