Esta es una idea a la cual me costaría mucho acostumbrarme. ¿Se imaginan que van en auto camino al trabajo y en un semáforo miran al costado y ven a un tipo sobre una motocicleta de tres ruedas, con un inodoro en lugar de asiento y con cara de concentración y de estar haciendo fuerzas? Incómodo. Y peor: hediondo.
Es que el fabricante japonés de inodoros Toto acaba de crear el Toilet Bike Neo Project, que es justamente lo que les explicaba: un triciclo con un retrete empotrado cuyo motor funciona con “biogás”. Un biogás proveniente de desechos humanos; sí, de tus desechos humanos…
La idea de la compañía es despertar conciencia sobre las emisiones de los baños y el ahorro del agua. En los próximos días estará dejando su huella en las calles niponas, en un viaje entre Kyushu y Tokio.
También el inodoro habla contigo y te puede informar del clima en la ciudad como también del valor de las acciones en la bolsa (algo que acostumbran hacer estos retretes). ¿Qué mejor compañía en caso de que estés llenando el estanque en tu viaje?
Por el momento, la idea de Toto es que este ejemplar permanezca como un prototipo promocional de la compañía, por lo que podríamos relajarnos y no esperar que se haga realidad la escena descrita al principio. ¡Gracias a Dios! El vehículo es parte del Toto Green Challenge, cuya meta es lograr una reducción del 50% del CO2 en las emisiones de los baños hacia el 2017 (en comparación con los niveles de 1990).
Digo, es una buena idea desde el punto de vista ecológico, pero para nada desde el punto de vista estético ni práctico. O habría que usar pantalones con un parche removible para recargar en movimiento (sí, con la letra R) o derechamente conducir con los pantalones abajo. Mal. ¿Y el papel higiénico? Peor. Además debe ser muy incómodo viajar en ese asiento. ¿Nunca se les durmieron las piernas al estar mucho rato sentados en el baño, cuando está complicado el obrar?
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